Primeros auxilios en ahogados por inmersión

En primer lugar hay que sacar a la persona del agua, una vez alcancemos una superficie sólida (la orilla, una roca, una embarcación) comprobaremos si la víctima respira y si está consciente.

Junto con esto, asegurarse que se ha dado aviso a los equipos de emergencias.

Si responde a nuestros los estímulos es fundamental hacerla toser, debe expulsar todo el agua, si no consigue toser hay que acostarla de lado, en posición de seguridad (ver artículo relacionado), para facilitar la entrada de aire.

Sin embargo, si cuando sacamos a la víctima del agua no responde a nuestros estímulos, debemos practicar rápidamente la RCP: aplicar 30 compresiones en el tórax, con las manos entrelazadas, combinadas con dos insuflaciones (solo en caso de que conozcamos a la víctima o contemos con los implementos adecuados). Continuar hasta la llegada de los equipos de emergencia.

En las zonas acuáticas, como playas o piscinas, es fundamental contar con la presencia de Desfibriladores Externos Automáticos. Un DEA utilizado en los primeros minutos después de producirse un ahogamiento puede marcar la diferencia para salvar una vida.